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BHARATANATYAM

Bharatanatyam es el nombre de la danza clásica desarrollada en el estado de Tamil Nadu, en el sur de La India. 

El origen legendario del Bharata Natyam es uno que comparte con toda danza y el teatro de La India, descrito en el gran tratado Natya Sastra, un texto en Sánscrito fechado entre 200 A.C. y 200 D.C que se compone de 6.000 sutras. Según esta obra, Indra y otros dioses pidieron a Brahma, el creador del universo, que creara un arte que fuese agradable para el oído y para la vista, a la vez que instructivo con la representación de historias y mitos.  También tenía que ser interesante para todo tipo de personas, ya que la mayoría no tenían acceso a los Vedas, y habían perdido las buenas normas de conducta. Brahma accedió y creó el quinto Veda, el Natyaveda, que incluye danza, letra del Rigveda, música del Samaveda, abhinaya (expresión) del Yajurveda y rasa (emociones) del Atharvaveda. Además indica la manera de producir una obra en el escenario basado en historias extraídas de la historia y la mitología. Brahma enseñó este arte al sabio Bharata Muni, considerado el autor del Natyashastra, y Bharata Muni a su vez enseño el arte a sus 100 hijos. Juntos guiaron a los Gandharavas y las Apsaras, músicos y bailarinas celestiales, en Natya, Nrtta y Nrtya.  Luego se desarrolló la Tandava (que llegó a indicar el estilo viril y masculino), y Lasya, el estilo suave y femenino.

 

Históricamente, el Bharata Natyam tiene sus raíces en las danzas descritas en el épico Silappadikaram en el idioma Tamil, fechado entre los ss. V y VI d.C. En esta época la danza en general se llamaba Natyam, pero en Tamil el arte también se ha llamado por muchos distintos nombres, como Sadir, Aadal, Nrittam, Layam, Nartanam, Natam y otros.  De antiguas inscripciones en Tamil vemos que jatis cómo Ta Ta Tai Tai ya existían, y se puede ver en las esculturas del siglo V que la postura básica del estilo “margi”, o clásico, era “ardhamandali” con las rodillas flexionadas y abiertas hacía los lados.  Llegando al siglo X, esta postura era común en todas las danzas de la India, y sigue siendo una postura básica en muchos de los estilos modernos.

 

En los siglos IX y X, los reyes de las dinastías Chola y Pallava (ss. IV- XII d.C.) construyeron grandes templos en esta zona y desarrollaron un gran interés en las artes. Los músicos y las bailarinas dedicadas a los templos (devadasis) tenían mucho prestigio, y sus actuaciones formaba una importante parte de los ritos diarios de los grandiosos templos. Una inscripción en Tanjore encargada en 1004 d.C. por el rey Chola Rajaraja hace referencia a cuatrocientas devadasis afiliadas al Gran Templo, con alojamiento gratuíto en las cuatro calles alrededor del templo, y derecho a tierras en propiedad sin tasación.  Las devadasis no se casaban, habiendo sido dedicadas desde niñas al dios del templo donde servían, pero sí elegían parejas con las que podían tener hijos. Las hijas normalmente eran bailarinas, y los hijos músicos o “nattuvanars”, los coreógrafos y maestros de danza que conservaron la danza de una generación a la siguiente.

 

Después del siglo X, el Bharathanatyam parece haberse desarrollado primariamente en el sur y gradualmente este estilo de baile se limitaba a lo que hoy es el estado de Tamil Nadu.

 

En el reino de rey Maratha King Sarfoji II, (1798–1832), la forma y el repertorio de Bharata Natyam fue refinado y fijado por cuatro hermanos, conocidos como el Cuarteto de Tanjore o Thanjavur.  Chinayya, Ponnayya, Vadivelu and Sivanandam, (1777-1832) eran discípulos del gran compositor de música carnática Muthuswami Dikshitar. Estos cuatro músicos organizaron los movimientos básicos (adavus) en  grupos que se deberían de enseñar en una orden específica, que luego se combinan para crear secuencias coreográficas basadas en una composición musical. También compusieron nuevas músicas para danza y ordenaron las piezas en una progresión estética y coherente que hoy en día se conoce como el “margam” (literalmente “camino”), el orden de piezas en un recital tradicional.  Estas piezas son Alarippu, Jatiswaram, Shabdam, Varnam, Padam o Javali, Tillana y Shloka.  La inclusión de Pushpanjali, u ofrenda de flores, es una innovación reciente.

 

Con la decadencia de los reyes y simultánea influencia represiva del reino Británico, la institución de las devadasis se hizo casi imposible de mantener y la reputación de las bailarinas y como consecuencia del baile se deterioró hasta casi desaparecer. Renació por los esfuerzos de una serie de intelectuales, que se interesaron por el arte tradicional como parte de una consciencia más amplio de nacionalismo e identidad pan-India en la primera parte del siglo XX. En particular fueron importantes dos grandes bailarinas: Balasaraswati, descendiente de un largo linaje de devadasis, quien consiguió trasladar el baile más ritual y tradicional del templo al escenario contemporáneo, y Rukmini Devi, una intelectual de casta alta que se interesó por la riqueza de la danza india como parte del proceso de nacionalismo y modernización que condujo a la independencia de la India en 1948. Rukmini Devi fundó la importante escuela Kalakshetra en Chennai, reconocida por su excelencia en la India y el extranjero.

 

Actualmente hay muchas bailarinas que han desarrolado sus propios estilos. Algunas siguen lineas tradicionales, otras incorporan temas y textos contemporáneos o de fuentes no tradicionales para el Bharata Natyam, otras hacen innovaciones en técnicas y coreografías, absorbiendo influencias de danza contemporárea y de otros estilos indios.  Algunas de las más renombradas son Leela Samson, Anita Ratnam (www.anitaratnam.com), Priyadarshini Govind (www.priyadarsinigovind.net), Alarmell Valli (www.alarmelvalli.org), Rama Vaidyanathan (www.ramavaidyanathan.com), y Gayatri Sriram (www.gayatrisriram.net), pero hay muchas más. También hay grandes bailarines masculinos. 

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